Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
ANTIGÜEDADES DE LA NUEVA ESPAÑA



Comentario

De la escritura mexicana, de la numeración y de los meses


Usan en lugar de letras según la costumbre de los egipcios, imágenes semejantes a las cosas que quieren indicar y las pintan en papel preparado de la corteza de algunos árboles, como lo hemos mostrado en otra parte. Las esculpen también en piedra, bronce, cuero, y en las paredes, y las entretejen en los ropajes. Las caras de los libros y de los volúmenes se plegaban una sobre otra y se doblaban como ropa, de los que hoy en día quedan no pocos. Carecen de la pronunciación de algunas de nuestras letras, las cuales hoy tampoco usamos al hablar, o al escribir con nuestros caracteres. Estas son B, D, F, G, H, R, S, y también L, pero ésta sólo al principio de dicción. Hablo únicamente de la lengua mexicana, porque hay otras en Nueva España sujetas a diferentes reglas de las cuales quizá trataremos alguna vez si disponemos de más ratos de ocio. Apenas en verdad hay provincia a quien no haya tocado su lengua propia y peculiar, aun cuando a poca distancia de las otras. De todas, sin embargo, la mejor y la más común y de la que se sirve en su mayor parte el comercio de la gente de la Nueva España, es la mexicana, en la cual (y dejo a los gramáticos de esa lengua el enseñarlo) [encontramos] varios modos de numerar los meses, los años y otras cosas; composición feliz y fecunda de las dicciones y en esto no cede a la lengua griega; inflexiones verbales usadas no de un solo modo para los varones y para las mujeres, como acostumbran los hebreos, y nombres de las fiestas de los años y de los meses. Parece admirable que entre gentes tan incultas y bárbaras, apenas se encuentre una palabra impuesta inconsideradamente al significado y sin ethimo [etimología], sino que casi todas fueron adaptadas a las cosas con tanto tino y prudencia, que oído sólo el nombre, suelen llegar a las naturalezas que eran de saberse o investigarse de las cosas significadas.